Reflexión sobre el Teatro Físico

“y trabajos del colegio tales como su reciente trabajo sobre El Rey Lear, que en el fondo era un conjunto de palabras que respondía a otro conjunto de palabras, lo mismo que que el resto de las redacciones escolares; términos que respondían a otros términos. En cambio, un artículo periodístico era un grupo de frases que respondía al mundo, un intento de poner en palabras el mundo no escrito, y para contar la historia de un acontecimiento ocurrido en el mundo real había que empezar paradójicamente por el último detalle acontecido en vez de por el primero, el efecto y no la causa” del libro 4 3 2 1 de Paul Auster

En el teatro físico hacemos dialogar palabras escritas anteriormente con el cuerpo en acción en un momento presente, dándoles nuevas lecturas a esas palabras, nuevos significados, ubicándolas en nuevas situaciones.

Ofrecemos al espectador la posibilidad de combinar lo que Ve y lo que Escucha generando nuevos universos de significado.

Los espectadores tienen que ser activos en el Teatro Físico, no es un espectador pasivo que recibe información deglutida, tiene que trabajar y para que pueda hacerlo nosotros debemos brindarle la información, es decir los estímulos físicos y sonoros con la mejor claridad posible para que pueda utilizar estos ingredientes o elementos para hacer su propia combinación y de esa manera conseguir sus propios resultados emocionales